¿Te han llamado para una entrevista? ¡Enhorabuena, ya has pasado el primer filtro del proceso de selección!
Ahora, el siguiente paso es clavar la entrevista y demostrar que eres el candidato perfecto para el trabajo. ¡Que no te pillen con preguntas trampa! Si quieres tener éxito en la entrevista, tienes que prepararte a fondo.
En este artículo te ayudamos con una recopilación de las preguntas trampa más frecuentes en cualquier entrevista, para que aprendas a responder adecuadamente con nuestros ejemplos.
Pero lo primero es lo primero.
¿Sabemos qué son las preguntas trampa?
Las preguntas trampa en la entrevista de trabajo son aquellas que tienen como objetivo ayudar al reclutador a conocer más a fondo a los candidatos.
Le permiten identificar si hay incongruencias en tus respuestas, si ocultas algo…
En definitiva, le ayudarán a descubrir rasgos que no figuran en el currículum, que pueden ser claves para el trabajo.
Ejemplos de preguntas trampa en la entrevista
Ahora vamos al grano.
Esta es la lista de preguntas trampa de la que te hablábamos antes.
A ver si te suenan😉
1) Háblame de ti, ¿me podrías contar un poco sobre ti?
Esta es una de las preguntas más típicas para empezar una entrevista.
El entrevistador quiere saber más de ti como profesional, y si te conoces, así que es tu momento para dar una imagen positiva e impresionarle.
Para contestar bien a esta pregunta, evita a toda costa repetir lo que ya está en tu currículum o hablar de tu vida personal, y concéntrate más bien en contar lo más destacado de ti, aspectos de tu carrera profesional, intereses, y motivaciones.
Es decir, habla de tus puntos fuertes, de las competencias que poseas que coincidan con el perfil ofertado, y cuéntales cómo tu experiencia, formación, motivaciones, logros e idiomas pueden favorecer a la empresa.
Y sobre todo, ante todo, recuerda siempre responder con positivismo y adaptar tu respuesta en función de la vacante y de la empresa.
Leer más sobre este tema:
- Cómo responder a la pregunta “háblame de ti” (3 ejemplos)
- Cómo responder a «¿cuál es tu mayor defecto?» (12 ejemplos)
2) ¿Cuál es tu mayor defecto o debilidad?, ¿cuáles son tus puntos débiles?
Esta pregunta revela muchísima información.
Por ejemplo:
- Cómo actúas frente a situaciones de tensión
- Si tienes sentido de la autocrítica
- Si eres capaz de reconocer tus puntos débiles y cómo los gestionas
- Si tu perfil es compatible con el del puesto, con la cultura de la empresa o si posees las competencias críticas para el rol.
Para responder bien a esta pregunta, no mientas.
Y no trates de disfrazar un punto fuerte como si fuera una debilidad.
Respuestas como «soy demasiado exigente», restan no suman.
La clave para responder a esta pregunta es decir alguna debilidad que sea real, pero poco importante para el puesto al que aplicas, y sobre todo, demostrar que estás trabajando para corregir o mejorar esta debilidad.
Por ejemplo:
«Me cuesta un triunfo hacer presentaciones en público, me pongo super nerviosa, pero desde hace tres meses estoy trabajando para superar mi miedo escénico. Me he apuntado a una formación para hablar en público para ejecutivos, y además estoy participando como voluntario en una escuela de negocios impartiendo clases para seguir mejorando esta competencia.”
Leer más sobre este tema: ¿Cuáles son tus puntos fuertes y débiles? Malas y buenas respuestas
3) ¿Cómo te describirían los demás?
Esta pregunta tiene truco, especialmente si el reclutador la realiza después de que hayas hablado de tus puntos fuertes y débiles, porque cómo te describen los demás es una forma más de validar lo que has dicho sobre ti.
Más de uno falla esta pregunta, porque se describe de una forma y luego cuando le preguntan cómo le describen los amigos o jefes, dan otra versión.
Por eso, ahora que ya lo sabes, no caigas en la trampa. Debes buscar que haya congruencia en tus respuestas.
La mejor manera de responder es contando una situación positiva que incluya algunos adjetivos que coincidan con las competencias requeridas para la posición.
Por ejemplo:
“Mis amigos me describen como una persona colaboradora, optimista, perseverante y que termina siempre lo que empieza. El año pasado, estábamos haciendo un proyecto en la Universidad y cuando íbamos a mitad de la investigación, nos informaron de que habían reducido el presupuesto y que nuestro proyecto se quedaría parado. Mis compañeros se empezaron a quejar pero sin hacer nada, y había bastante mal rollo entre todos. Pero se me ocurrió buscar opciones para conseguir fondos (dar tutorías, contactar empresas interesadas en el tema) y aunque mis amigos no estaban muy convencidos de estas ideas, me apoyaron, y terminamos consiguiendo los fondos y finalizando el proyecto”.
Como ves, con esta respuesta, hablas de tu comportamiento, actitud en el trabajo, tus relaciones interpersonales y tu contribución al buen clima de la empresa.
4) ¿Por qué dejaste tu anterior empleo?
Aquí, la intención es buscar información acerca de las verdaderas razones por las que dejaste tu última empresa.
Saber si renunciaste por voluntad propia, si fue por problemas de relaciones o desempeño, si es que te cuesta adaptarte, o si eres de los que se aburre rápido de un trabajo o huyes frente a situaciones difíciles.
Y la idea es que aunque tengas mil razones para estar descontento con tu anterior empleador, aunque creas que te trataban mal o que te tenían explotado o estresado, no hables de eso.
En serio, no lo hagas, hablar mal de él, o de la empresa te restará puntos en vez de justificarte, y podría parecer que no sabes manejar situaciones difíciles.
El reclutador más que quejas, espera escuchar algo positivo acerca de tu anterior experiencia laboral y aprendizajes.
Nuestro consejo es que respondas algo así destacando lo bueno solamente:
“En xxx aprendí muchísimo. Además me encanta el ambiente laboral que se respira, y se trabaja muy a gusto, pero en este momento busco un nuevo reto laboral, quiero poner en práctica mis habilidades, y encontrar una oportunidad para darle un empujón a mi carrera”.
5) ¿Cómo reaccionas ante situaciones de estrés o el trabajo bajo presión?
Aquí no hay trampa ni cartón.
El reclutador quiere saber cómo te comportas frente a situaciones de estrés, si tus reacciones pueden afectar tu desempeño, y quiere saber qué puede esperar de ti después de contratarte.
Responder esta pregunta parece fácil, pero no basta con decir “Tolero bien el estrés, o estoy acostumbrado a trabajar así”, vas a tener que dar ejemplos.
Por ejemplo:
“He aprendido que el estrés en el trabajo me viene generalmente cuando tengo muchas tareas al mismo tiempo y hay plazos muy ajustados o pocos recursos.
En estas situaciones, antes, me saturaba y no paraba ni para comer. Ahora, procuro mantener la calma y tomarme unos minutos para hacer un repaso general de lo que tengo pendiente, hacer un listado de las actividades, identificando cuáles son más urgentes para la empresa, y las ordeno por prioridad. Después empiezo a trabajar enfocándome en lo más importante.
Otro elemento clave que me ha ayudado a lidiar con el estrés es mantener una comunicación abierta tanto con mi jefe como con mis compañeros de oficina. En mi último proyecto por ejemplo, estaba tan atareado, que decidí hablar con mi supervisor, le mostré la lista de tareas que tenía, validé que me estaba enfocando en las más importantes, y después de esta conversación mi jefe se dió cuenta de que me había pedido demasiadas cosas, con lo que acordamos aplazar los plazos de algunas tareas no prioritarias, logrando cerrar cada tarea a tiempo y reduciendo el estrés del equipo en general.»
6) Háblame sobre un error que cometiste en tu anterior trabajo
Esta es una pregunta de esas que cuesta responder.
Pero piensa que todo el mundo comete errores.
No existe la persona perfecta, así que no te preocupes.
El caso es que no te centres solamente en tu error y hables principalmente de cómo resolviste el problema.
Por ejemplo:
“Cuando me hicieron encargada de ventas, intenté ocuparme de todo yo misma, haciendo mi trabajo y el de los demás para que todo saliera perfecto. Estaba detrás de cada persona de mi departamento, supervisando, corrigiendo y haciendo sus tareas, del estrés que tenía adelgacé 4 kilos. Pero pronto me di cuenta de que una buena encargada de ventas, tiene que confiar en su equipo y saber delegar de manera efectiva. He aprendido que hay que saber motivar, saber liderar, y dejar trabajar a cada trabajador para que cada uno dé el máximo. Gracias a este cambio, ahora estoy mucho más relajada, y además he conseguido que mi equipo sea el que más vende del país y que la gente quiera trabajar conmigo”.
7) Háblame de tus mayores éxitos laborales
Asegúrate de hablar de algún logro laboral alcanzado de manera individual que esté relacionado con tu trabajo, y que revele las competencias exigidas para la posición, eso es lo que quiere validar el entrevistador.
Seguro que hay algo de tu vida profesional de lo que estés orgulloso y que te pueda servir.
Por ejemplo, si estás solicitando un puesto comercial podrías decir:
«Mi mayor logro profesional fue aumentar en un 15% el porcentaje de ventas de xxx en la zona norte, a través de la implementación de un plan de organización de cursos y congresos para los profesionales del sector”.
8) ¿Por qué debería contratarte?
Con esta pregunta se pretende conocer si cumples con el perfil, si puedes llegar a adaptarte, y cómo te diferencias de otros candidatos.
Para elaborar tu respuesta, analiza el puesto vacante, las habilidades, competencias y experiencia que el empleador busca.
Después, investiga acerca de los valores, la misión, los objetivos y cualquier noticia relevante sobre la empresa.
Ahora que tienes toda la información, comprueba cuáles de tus cualidades encajan con la empresa y arma tu speech según tus puntos fuertes, explicando cómo la empresa se beneficiaría al contratarte y qué puedes aportar.
Leer más sobre este tema: ¿Por qué deberíamos contratarte? Ejemplos y claves para responder
9) ¿Por qué quieres trabajar aquí?
Esta pregunta no falla. Brinda información acerca de tu interés por la empresa, tu capacidad para investigar, analizar el puesto, y permite saber si te puedes adaptar a la cultura.
Para contestar, empieza hablando de tus objetivos, los productos, servicios, las oportunidades de aprendizaje, interés en las actividades a las que se dedica la empresa.
Jamás digas que quieres trabajar allí porque buscas mejor sueldo o porque en tu trabajo actual no tienes beneficios o hay mal ambiente… El dinero es importante pero no te conviene mencionarlo ahora.
Piénsalo, si fueras el dueño de la empresa, ¿querrías alguien identificado con la misión y valores de tu empresa, que quiera ser parte de algo significativo?, ¿o cualquiera que busque cualquier trabajo que le pague más?
Leer más sobre este tema: Cómo contestar a ¿Por qué quieres trabajar con nosotros?
10) Si pudieras elegir cualquier empresa ¿dónde trabajarías?
La respuesta correcta y obvia es decir que escogerías la empresa en la que estás siendo entrevistado en ese momento.
Para que suene más real y convincente puedes no decir el nombre de la empresa, pero hablar de las características de la empresa, del cargo y los beneficios.
Mencionar otra organización daría a entender que estás allí porque es la única oportunidad que tienes.
11) ¿Cuánto te gustaría ganar?
Esta pregunta le permite conocer al entrevistador si tus aspiraciones están acordes a lo que tiene calculado pagarte la empresa.
Por eso, es importante que vayas preparado con una cifra (un rango mínimo y máximo) para responder.
Si no sabes cuánto deberías ganar, investiga un poco el mercado, pregunta a compañeros de profesión, busca en redes y trata de calcular cuánto es lo mínimo que tú aceptarías.
Es importante que le muestres al reclutador que sabes lo que vale tu trabajo.
No tires por lo bajo ni te pases de alto, y si puedes, espera a que te comenten ellos la cantidad que tienen pensada y a partir de ahí, ya negocias.
Leer más sobre este tema: ¿Cuáles son tus expectativas salariales?, ¿cuánto quieres ganar?
12) ¿Por qué has estado tanto tiempo sin trabajar?
Esta pregunta pretende descartar que seas un candidato conflictivo o con dificultades para adaptarse a las empresas.
Tu primera tarea es aclarar las razones: maternidad, cuidado de familiares, estudios, cambio de profesión, decidiste tomarte un descanso, etc.
Lo que tienes que dejar claro es que tu inactividad no ha afectado tus competencias y que estás capacitado para el puesto.
“Cogí una excedencia para cuidar a mi padre, que estaba enfermo. Pero al mismo tiempo, estuve estudiando un curso de especialización en periodismo deportivo en la Universidad de Sevilla para completar mi formación. Me caracterizo por ser una persona activa, con curiosidad y facilidad para aprender, y orientada a lograr objetivos, así que estoy seguro que puedo aportar valor”.
13) ¿Qué hiciste mientras estabas sin empleo?
Lo importante aquí es demostrar que no eres un vago.
Piensa en todos los trabajos que has realizado, aunque no te parezcan ideales. Todo cuenta: ya sean trabajos temporales, por días, cuidado de niños, emprendimientos, trabajo en empresas familiares, voluntariados, estudios, etc.
Explica desde un punto de vista positivo los aprendizajes que has obtenido.
De esta manera convencerás al reclutador que no has estado perdiendo tu tiempo y que tienes potencial.
Eso sí, prepárate con antelación para responder a esta pregunta y recuerda reflejar en tu CV cualquier actividad realizada en ese periodo.
14) ¿Has pensado alguna vez en emprender?
¡Ojo! Si respondes que sí, puede parecer que buscas una empresa para obtener aprendizajes y luego dejarla para montar tu empresa.
Obviamente estás en tu derecho de querer emprender, pero decirlo en una entrevista puede afectar la decisión que tomen sobre tu candidatura, ya que puede ser un riesgo invertir en tu formación para que luego dejes la empresa.
La solución en este caso es que digas que no es de tu interés por el momento o que ya lo has experimentado y crees que el mundo corporativo le agrega más valor a tu profesión.
Y si quieres ser aún más convincente, habla de por qué por qué estás buscando trabajo en esa empresa y lo que te aportará trabajar para ellos.
15) ¿Dónde te ves en 5 años?
Esta pregunta permite visualizar tus metas profesionales, y especialmente, saber si el puesto y la empresa encajan con tus planes a mediano plazo.
Nuestra recomendación es que no hables de objetivos que no estén alineados con la posición, no toques el tema sueldo, y no suenes inseguro respecto a tus metas.
Responde de manera precisa y segura, pero también evita exageraciones. Esto de “me veo como el próximo Director de… o el nuevo CEO”. Sobre todo, si implica una larga carrera para obtener estos puestos.
Contesta lo más realista que puedas y demuestra tu interés por la empresa:
“Mi objetivo profesional es un trabajo acorde a mi experiencia, que me permita aprender, expandir mis conocimientos, obtener nuevas responsabilidades, e ir creciendo con la empresa”
Leer más sobre este tema: Cómo responder a la pregunta ¿dónde te ves dentro de 5 años? (con ejemplos)
16) ¿Tienes alguna pregunta?
Esta pregunta es un clásico antes de la despedida.
Por favor no te vayas sin hacer alguna pregunta, porque va a ser tu manera de demostrar tu interés en la empresa.
Pregunta sobre próximos pasos del proceso, sobre algún proyecto conversado en la entrevista, acerca de las responsabilidades del puesto, los objetivos, planes de expansión o actividades de la empresa que sean de interés.
Por ejemplo:
“¿Podrías contarme sobre la nueva planta que están construyendo en las afueras de Madrid?»
o
«¿Cuáles son los próximos pasos del proceso de selección?”
Leer más sobre este tema: 40 preguntas útiles que deberías hacer tú en una entrevista
¿Te ha quedado claro cómo responder a las preguntas trampa en la entrevista?
Las preguntas trampa pueden pillarte desprevenido si no las preparas.
Detrás de cada pregunta que te hacen en la entrevista de trabajo, hay muchas cosas que el entrevistador quiere saber y medir de ti.
Por eso, es fundamental que analices siempre la intencionalidad de cada pregunta, seas sincero y sobre todo, que aproveches cada pregunta para destacar y marcar la diferencia con los demás candidatos.
¡Suerte!