Hoy nuestro objetivo es hablar sobre un tema tabú: cómo responder a la pregunta sobre las expectativas salariales en una entrevista.
Dime, en tu opinión ¿qué crees que es mejor, decir la verdad, o no?
¿No lo has pensado? Pues nosotros te damos la respuesta, resuelve todas tus dudas en nuestro artículo.
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Tabla de contenidos
Descubre qué intención tiene el reclutador, ¿te está haciendo una pregunta trampa?
No, no seas malpensado.
No todas las preguntas son “a pillar”.
La empresa ya sabe lo que está dispuesta y puede pagar.
Y todos los reclutadores, antes de iniciar una búsqueda, tienen fijado un rango salarial para garantizar la equidad interna (lo que se considera una retribución justa dentro de la empresa) y cumplir con el presupuesto fijado.
Si al final, tus aspiraciones están muy por encima de lo estipulado, casi que os conviene saberlo a ambas partes para que no perdáis el tiempo.
Por otro lado, con tu respuesta el seleccionador descubrirá cuánto te valoras como profesional, observará tu interés por el trabajo, y sabrá si investigaste el salario en el mercado.
Ahora, vamos al grano.
Cómo contestar a la pregunta: ¿cuáles son tus expectativas salariales?
1. Investiga el salario promedio de tu puesto de trabajo según tu experiencia
Antes que nada, infórmate y busca el rango salarial de profesionales con un perfil similar al tuyo.
Puedes consultar con amigos, compañeros de trabajo y revisar en internet, en webs como Glassdoor, LinkedIn, Salary.com o Indeed.
Suelen ofrecer algunas estimaciones suministradas por los usuarios, así que te ayudarán a tener una idea más clara, aunque no son 100% exactas.
Ten en cuenta que depende no solo de tu profesión, sino también del tiempo de experiencia que tengas, tus conocimientos, o del tipo de actividades y responsabilidades del puesto.
También puede variar en función del sector para el que estás postulando, el tipo de empresa: nacional, multinacional, pyme; y la zona geográfica, no todos los sectores y ciudades pagan igual.
Además puede que haya otros beneficios socioeconómicos que, aunque no entran en el salario mensual, pero que robustecen el total.
Por ejemplo: seguro médico, guardería, formación bonificada, dieta de transporte, días adicionales de vacaciones, teletrabajo, dietas, seguro de vida, etc.
Otros factores a tener en cuenta son las oportunidades de aprendizaje, la posibilidad de ascenso, la flexibilidad laboral, la experiencia y la reputación que puedas conseguir trabajando en determinada empresa.
2. Interésate por el puesto, aprende a “venderte” y muéstrate flexible
Debes interesarte por todos los detalles de la vacante: las responsabilidades, los retos que tienen planteados, así como también de los beneficios y de las oportunidades de crecimiento que ofrece la empresa.
Así podrás evaluar la necesidad que tienen de un perfil como el tuyo.
Haz una valoración de lo que buscan y lo que puedes ofrecer, y aprende a negociar tu salario en función de estos elementos.
Es importante conocer los aspectos de tu perfil que mejor encajan con la empresa para poder “venderte” mejor y determinar a cuánto puedes aspirar.
Pero sé flexible si te interesa la posición y hacer carrera.
3. No te la “juegues” dando una cifra concreta
Nunca des una única cifra exacta de cuánto quieres ganar.
Esta respuesta te puede cerrar las puertas si estás muy por debajo o por encima del paquete que tiene la empresa en su presupuesto.
Lo ideal cuando respondas es indicar un rango salarial realista en función de los datos que has obtenido en tu investigación y de tus aspiraciones.
Por ejemplo, si el salario para una persona con tu profesión, experiencia y conocimientos está entre 40,000 y 50.000€, da un intervalo: elige una cifra base que esté un poquito por encima del límite inferior y un rango superior que supere un poco el valor máximo.
Es decir: “Estoy abierto a negociar según lo que consideren un salario justo para el puesto pero por mis conocimientos en … y mis 8 años de experiencia trabajando con… mi idea es ganar entre 42.000 y 54.000 euros”.
Con esta respuesta tendrás más oportunidades de que te ofrezcan un rango un poquito mayor a el mínimo establecido en el mercado.
Otros ejemplos de respuesta:
Recuerda usar tus propias palabras al responder, tiene que sonar fluido ni natural, si no el reclutador se dará cuenta que estás repitiendo las palabras de otro.
«Con mi experiencia y formación, y dado que poseo las certificaciones que necesitan para llevar adelante su proyecto, mis expectativas salariales están entre 42.000 y 54.000€ anuales. Al menos, eso es lo que yo creo justo, según lo que he investigado. Pero bueno, siempre estoy abierto a negociar dependiendo de los planes de promoción que ofrezcan».
En esta respuesta:
- Justificas tus aspiraciones salariales con tu experiencia y/o formación
- Demuestras que conoces el mercado dando un rango salarial acorde
- Te ofreces a negociar
- Valoras tu trabajo. Si no lo haces tú. ¿Cómo lo van a hacer los demás?
- Demuestras tu interés por crecer y desarrollarte en la empresa. Puede que el reclutador se decida por ti, si busca apostar por un candidato que quiera hacer carrera a largo plazo en la empresa.
«Estoy abierto en cuanto al salario, no tengo pensada una cifra exacta. Pero obviamente para mi puesto, y según mi sueldo anterior, mi experiencia y conocimiento en el sector, espero cobrar entre 25000€ a 30000€. Pero como he dicho, estoy abierto a negociar lo que sea necesario»
En esta respuesta:
- Destacas tu valía para el puesto y la empresa
- Hablas de tu sueldo anterior para establecer un punto de referencia para negociar
- Te muestras abierto a negociar
Y si te preguntan…
¿Cuánto ganas ahora en tu trabajo actual?
Dime la verdad. ¿A qué estás pensando inflar un poco tu salario para ver si te hacen una oferta mejor?
Si te ha pasado esto por la cabeza, mejor no lo hagas.
Los reclutadores tienen suficiente información del salario y los beneficios de sus competidores, y podrían comprobar lo que ganas fácilmente si así lo desean.
No te arriesgues a mentir, y poner en duda tu reputación.
Lo que puedes hacer si crees que va a perjudicarte es intentar evitar decir tu salario anterior.
Ejemplos de cómo puedes responder:
Caso 1: Te sientes cómodo hablando de tu salario actual abiertamente
Revela tu salario y demuestra tu interés en la oferta vacante
“En este momento estoy ganando 45.000€, tengo coche de empresa, gimnasio gratis y una bonificación anual de productividad equivalente al 7% de mi paquete. Pero me interesa muchísimo trabajar en … ya que según me han dicho, tenéis también un plan de compensación muy competitivo, y lo más importante para mí, contáis con un plan de desarrollo profesional y promoción interna. Y ese es mi objetivo, crecer y optar a mejores puestos a medida que vaya demostrando mi potencial”
Si tu salario actual es bastante bueno, puedes hacer referencia a él, pero siempre es importante que te muestres también interesado por lo que tienen que ofrecerte y abierto a negociar.
Caso 2: No te sientes cómodo porque consideras que estás mal pagado
Explica que tu salario no es acorde con el mercado y demuestra tus logros y puntos fuertes.
“Por lo que he investigado en el mercado, mi salario actual no es competitivo con lo que se está pagando en el sector. Soy Licenciado en Informática, con experiencia en Procesos de certificación, Ethical Hacking y procesos de auditoría de Seguridad y tengo 5 años de experiencia como consultor de tecnología y seguridad en mi empresa actual. Por eso creo que encajo perfectamente con el perfil que buscan. Sé que en esta empresa puedo agregar valor, tener la oportunidad de poner en práctica mis conocimientos y obtener una remuneración más acorde a mi labor”.
Con una respuesta de este tipo, puedes “escaquearte” un poco y evitar decir una cifra.
Aunque no podemos asegurarte que te funcione, vale la pena intentarlo.
Si insiste, sé honesto y dale la información.
Al menos habrás resaltado tus cualificaciones para el puesto.
¿Estarías dispuesto a cobrar menos que en tu trabajo anterior?
Lo creas o no, hay algunas personas que estarían dispuestas a ganar menos de lo que ganaban en su trabajo anterior.
Por ejemplo gente que esté cambiando de profesión, de residencia, de rol, trabajando menos horas, o que busquen un trabajo más relajado, mejorar su calidad de vida, los que tengan dificultades para encontrar empleo…
Si estás afrontando alguna de estas situaciones y estás dispuesto a aceptar un sueldo inferior para volver al mercado laboral, no te sientas mal por ello.
El seleccionador no te está juzgando, lo más probable es que no disponga de presupuesto para pagar más y necesita validar tu reacción y verdadera disposición a aceptar algo inferior y permanecer en la empresa a mediano plazo.
Cuando respondas, es importante que te comuniques de manera relajada y segura, pero sobre todo, que suenes sincero cuando expliques las razones por las que aceptarías ganar menos.
Estos son algunos ejemplos:
“Soy consciente de que este puesto es de menor responsabilidad y de que cobraría un poco menos comparado con mi anterior trabajo. Pero realmente estoy interesado ya que en este momento mi prioridad es disponer de un poco más de tiempo libre para dedicarlo a mi familia. En mi anterior trabajo pasaba muchas horas viajando y trabajando horas extra. Así que cuando me enteré de que en su empresa se preocupan más por la calidad de vida y la conciliación familiar, me dije, pero si este es el trabajo que busco.
En esta respuesta, confirmas tu interés y compromiso por un puesto de menor responsabilidad y sueldo dando una buena justificación, tu cambio de prioridades.
“Sí, no me importaría empezar con un salario inferior porque entiendo la situación actual de la empresa tras la pandemia. Pero aunque esté dispuesto a cobrar menos de inicio, me gustaría, que en la medida que la situación mejore, me ofrezcan oportunidades de crecimiento profesional y mejor remuneración económica siempre que sea posible”.
En esta otra respuesta, aceptas un salario inferior pero demuestras tu interés por permanecer en la empresa, desarrollarte.
Lo importante es que el reclutador entienda por qué aceptarías un trabajo con un sueldo inferior, y que no piense que estás desesperado, porque esto significaría que tu intención es marcharte en cuanto te salga algo mejor.
¿Te ha quedado claro cómo responder a la pregunta de expectativas salariales en la entrevista?
La clave es la preparación:
- Usa todos los recursos e investiga el mercado, pregunta a compañeros de profesión, y documéntate en internet.
- Calcula el rango salarial que quieres acorde a tu experiencia, necesidades y aspiraciones. De esta manera te será mucho más fácil encontrar argumentos para negociar con tu empleador.
- Visualiza el paquete completo, y no solo el dinero que recibirás mensualmente. Ten en cuenta que hay beneficios socio económicos, profesionales y emocionales que son intangibles, y que pueden compensarte igual.
- Por último, ten en cuenta estos tres puntos claves:
- Muestra tu flexibilidad e interés por el trabajo y la empresa, más allá del salario.
- Propón rangos salariales razonables, basados en el valor de mercado y tu perfil profesional.
- Persiste en tus intereses y pon en práctica estos consejos. Con un poco de suerte, conseguirás el trabajo y el sueldo deseado.